Nuestra sociedad ha cambiado. Vivimos en un entorno global en el que la comunicación corporativa tiene miles de millones de direcciones, tantas como personas en el mundo. Gracias a Internet y las redes sociales, hemos conseguido abrir un canal de difusión informativa e interacción, con emisores y receptores múltiples, cuya dimensión es incalculable. Teniendo en cuenta este nuevo paradigma, las empresas han cambiado su posición. Ya no pretenden diferenciarse del cliente ni mostrar superioridad o poder. Buscan ser parte de su vida, como un imprescindible en su día a día.
\»Las organizaciones se han visto en la necesidad de reinventarse para conectar con su público, dada la inmediatez que suponen las nuevas tecnologías. Las empresas ahora son más dinámicas, accesibles y comunicativas, lo que marca un cambio en sus estructuras y en la forma de ser concebidas\», explica en su página web oficial la escuela de negocios Next International Business School.
Enviar mensajes coherentes a quienes de verdad escuchan
Consolidar una comunidad en línea para que la publicidad sea más activa que pasiva y que, incluso, los consumidores hagan de medios emisores compartiendo e interactuando con la información corporativa, no es tarea fácil. Debe llevarse a cabo por medio de una estrategia planificada en sintonía con el plan de la organización. Dentro y fuera de ella, con sus diferentes activos humanos y con los agentes ajenos a la misma, es preciso que la comunicación corporativa esté presente, siendo el sistema nervioso del conjunto que da forma a la empresa.
Entendemos por comunicación corporativa como el envío de mensajes de una organización a su público a través de canales y métodos específicamente diseñados para ellos. Su objetivo principal es el de representar valores, ideales e información relevante para diferenciarse de la competencia, generar confianza en los consumidores y mejorar su reputación. También pretenden fidelizar a su público objetivo, el target, priorizándoles en todo momento y con coherencia en los mensajes que transmiten.
Marca y reputación como principios fundamentales
Hay que tener en cuenta los conceptos de imagen de marca y reputación en pro del éxito de la comunicación corporativa. Como explica el RI Reputation Institute, muchas veces se confunden estos dos parámetros, creyendo que son iguales. Pero nada más lejos de la realidad.
La marca es cómo se presenta una compañía a sus empleados, clientes y al público general. Una buena marca es aquella que representa correctamente los valores de la empresa. La reputación, por otro lado, se cultiva por medio de las noticias de nuestra marca, el boca a boca, las publicaciones en redes sociales… En conclusión, la percepción que tiene el público sobre la compañía y si este siente que está comprometida o no con el mensaje que emite; es decir, si hay sinceridad y coherencia con lo que se comunica. Una organización puede influir en su reputación pero nunca podrá crearla.
La marca es la promesa que haces, pero la reputación depende de si la cumples o no. \»La reputación se basa en la habilidad de una compañía para cumplir los propósitos y las promesas de su marca. Por ende, cumplir esa promesa conduce a la confianza, a la lealtad y a las ventas\», Tanika Vital-Pringle, CMO de Shell Polymers.
Una buena imagen de marca crea una buena reputación
Al final todo concluye en la imagen de la empresa. Dar una imagen compartida en la que el mensaje, tono y forma comulguen en todos los canales. La estética es un parámetro a tener en cuenta de relevancia, pues identifica quién eres y cómo eres. Aunque la mayoría de corporaciones son conscientes de la importancia del impacto visual, aún quedan algunas despistadas. También en cuanto a la necesidad de generar imagen de marca y comunicarla a los usuarios de la misma. Sobre todo en el ámbito local, en el que parece que se sigue pensando que con estar en la calle, en forma de marketing tradicional como carteles o propaganda, sobra. Os dejamos uno de nuestros artículos sobre la importancia de la estética en la comunicación.
Y es que, como dice otro de nuestros artículos, si no estás en Internet, no existes. Es así. Es imprescindible que tu empresa esté en la red de redes y lo haga de manera correcta. La responsabilidad social corporativa, es decir, el modo en que una empresa o entidad se hace responsable de sus acciones y del impacto que tiene sobre empleados, comunidades y el mundo en general, es un método en auge que mejora la comunicación corporativa sustancialmente. Las empresas líderes a nivel mundial tienen muy en cuenta su responsabilidad social corporativa por la mejora reputacional. Una mejora que incide directamente en su imagen y que les mantiene en lo más alto. Esa responsabilidad incrementa su buena reputación porque está comunicada a la perfección.
Responsabilidad social corporativa comunicada para ser el mejor
La revista Forbes publicó el listado de RI sobre las compañías a nivel mundial con mejor reputación por su responsabilidad corporativa del año 2019: el grupo LEGO, Natura y Microsoft encabezan el top. En gran medida, por su compromiso medioambiental. La compañía de juguetes danesa planea basar su producción en plástico proveniente de las plantas, en concreto de la caña de azúcar. La comunicación que desarrollan en torno a sus esfuerzos reputacionales les sirve para mantenerse como empresas comprometidas con la sociedad. Lo cual hace, de su imagen externa, baluarte de su éxito.
Así, las empresas que lideran en cuestión reputacional no es que hayan cometido grandes cambios en su método de trabajo. No lo hacen tan distinto a sus competidores. Sino que lo comunican mejor, implican mejor a la comunidad y les dan mejores razones de que tienen buenas intenciones además de realizar una planificación de medios acorde al mensaje que quieren enviar. Es decir, comunican mejor sus promesas y las cumplen. El liderazgo es cuestión de imagen. Y la imagen, de comunicación e información. Sé responsable con tu entidad y confía en Equipo de Comunicación para convertirte en el líder de tu sector.