La comunicación como campo de batalla
La comunicación en general no ha vivido buenos momentos en las últimas décadas. La reputación de los medios de comunicación ha caído en picado, y en la mayoría de los casos no ha sido por culpa de los periodistas que trabajan en ellos (aunque por acción u omisión también tienen o han tenido su responsabilidad). Se han politizado medios públicos y puesto al frente de otros, también privados, a personas que desconocen la profesión y a las que solo les ha preocupado la rentabilidad económica, dando al traste con proyectos tanto novedosos como con otros que ya tenían su solera. En este punto se debe reseñar que la información pura y dura siempre debe separarse claramente de la publicidad, puesto que en el momento en que se mezclan surgen los clientelismos de los que cualquier comunicador tiene que huir.
Comunicación institucional
Si nos circunscribimos a la comunicación institucional, este es el marco donde más patente debe hacerse esa separación entre información y publicidad, y donde más hay que ‘pelearse’ con los superiores para conseguir el equilibrio que requiere el estar al frente de un gabinete de prensa, sobre todo si éstos se dedican a la política. La información de una institución tiene que planificarse al milímetro para ser inmaculada, transparente, atractiva, no provocar enfrentamientos ni entrar al trapo de los que puedan generarse a su alrededor, dejando siempre en buen lugar el nombre de lo que se gestiona y teniendo en cuenta que probablemente solo se vaya a gestionar durante un tiempo –gobiernos, asociaciones, corporaciones de cualquier tipo, etc-. El responsable de un gabinete no puede plegarse a lo que se le pida, quien paga manda, sí, pero en el sueldo del profesional también entra el decir a esa persona lo que hace mal o lo que no debe hacer. Quien no lo entienda tal cual, que no nos llame.
Nuestro Equipo
En Equipo de Comunicación SOMOS PERIODISTAS con más de veinte años de experiencia a uno y otro lado de la ‘trinchera’ informativa. En este artículo hemos usado un par de términos bélicos y no ha sido al azar, porque si nos fijamos un poco, después de en su contexto propio, el lenguaje bélico se usa, y mucho, en los medios de comunicación. Televisiones, periódicos, radios e Internet fabrican día a día ‘guerras’ y ‘bombas’ informativas que nunca deben salir como tales de una fuente institucional, aunque por qué no decirlo, muchas veces se fabrican en las instituciones que después deben trabajar para desactivarlas.
Gabinetes de prensa
Ese es nuestro papel en gabinetes de prensa, planificar una estrategia mediante la que se fabrique buena reputación y desactivar, cuando sea necesario, cualquier ataque a la institución para la que trabajamos. Conocemos nuestro trabajo y entendemos el de quienes lo desarrollan en los medios de comunicación e intentamos facilitárselo todo lo posible, por lo que en cierta manera somos esos artificieros que no pueden ni deben provocar nunca el fuego. Echa un vistazo también a nuestro servicio de comunicación de crisis para informarte sobre lo que podemos aportar a una organización.